¿Cómo mejorar la ergonomía del lugar de trabajo?
La ergonomía en el trabajo es clave para mantener una buena salud física, aumentar la productividad y prevenir lesiones a largo plazo. Un espacio de trabajo mal diseñado puede causar dolores de espalda, fatiga visual y estrés, mientras que un entorno ergonómico mejora el bienestar general del empleado.
Consejos para mejorar la ergonomía en tu lugar de trabajo:
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Ajusta la altura de tu silla y escritorio
Tus pies deben estar completamente apoyados en el suelo y las rodillas en un ángulo de 90°. Asegúrate de que los brazos estén a la altura del teclado. -
Usa una silla ergonómica
Una buena silla debe ofrecer soporte lumbar, ser ajustable y permitir una postura natural. Esto reduce la presión en la columna vertebral. -
Ubica correctamente tu monitor
La parte superior de la pantalla debe estar a la altura de los ojos, y a una distancia de unos 50-70 cm. Esto ayuda a evitar el cansancio visual y el dolor de cuello. -
Haz pausas activas cada 60 minutos
Levántate, estira los músculos, camina unos minutos o realiza ejercicios de estiramiento. Esto mejora la circulación y reduce la fatiga. -
Organiza tu espacio de trabajo
Mantén los objetos de uso frecuente al alcance de la mano para evitar movimientos repetitivos o posturas forzadas. -
Iluminación adecuada
Trabaja con luz natural cuando sea posible, y complementa con luz artificial que no genere reflejos molestos en la pantalla. -
Tecnología que ayuda
Usa soportes para laptops, teclados ergonómicos, reposamuñecas y otros accesorios diseñados para facilitar una postura saludable.
Beneficios de aplicar la ergonomía laboral
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Reducción de lesiones musculoesqueléticas
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Menor ausentismo laboral
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Aumento de la concentración y la eficiencia
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Mejora en la motivación y satisfacción del equipo
¡Invierte en tu bienestar y mejora tu productividad!
Aplicar estos principios de ergonomía en el trabajo no solo te ayudará a sentirte mejor físicamente, sino que también aumentará tu concentración y rendimiento. Ya sea en la oficina o en casa, pequeños cambios en tu espacio pueden marcar una gran diferencia en tu salud a largo plazo.
Empieza hoy mismo: ajusta tu silla, revisa la altura de tu pantalla y toma descansos activos. Tu cuerpo (y tu productividad) te lo agradecerán.